La Asamblea Mundial Amazighe solicita el presidente del Gobierno español la liberación de dos activistas pacifistas amazighs argelinos

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Excelentísimo Sr. D. Mariano Rajoy Brey
Presidente del Gobierno de España

Solicitud de liberación de dos activistas pacifistas amazighs argelinos

Sr. presidente,

Nos ha sorprendido e inquietado profundamente la decisión tomada en Consejo de Ministros el día 8 de septiembre pasado, de autorizar la extradición de dos destacados activistas de derechos humanos amazighs (bereberes) que han tenido que huir de su casa en la región argelina del M’Zab y solicitar asilo político a España: los señores Khodir Sekkouti, vicepresidente de nuestra ONG y Salah Abbouna. Detenidos el día 6 de julio pasado en Melilla bajo la mentirosa acusación de terrorismo, están injustamente encarcelados en la cárcel de Alcalá de Meco de Madrid. El mandato emitido por las autoridades argelinas acusándoles falsamente de terrorismo es un acto descaradamente mentiroso e ilegal. Son al contrario los enemigos de los terroristas que azotan Europa y España.

En caso de que se extraditaran, a estos dos militantes pacifistas le esperan la tortura, un juicio parcial con condena a cadena perpetua, e incluso arriesgan sus vidas. Por consiguiente, España, un Estado democrático y uno de los promotores mundiales de los derechos humanos, no debería ser cómplice del gobierno dictatorial y represor de Argelia cuando persigue a los militantes de derechos humanos en general y de los derechos de las minorías, como son nuestros compañeros Abbouna y Sekkouti.

Sekkouti y Abbouna están perseguidos por motivos políticos, por denunciar las atrocidades de la que ha sido víctima la comunidad ibadita y la población del M’Zab a raíz de los acontecimientos de Gardaya a partir de marzo de 2013 – plasmados en varios informes que solemos enviar a la Alta Comisaria de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra: (www.amazigh24.com/sites/default/files/ama_rapport_mzab_nov15.pdf).

Khodir Sekkouti, nacido el 20 de agosto de 1972, casado y padre de cinco hijos, emprendedor en construcciones, militante político y activista de la Liga de derechos humanos, ha sido elegido a la asamblea departamental de Gardaya. Salah Abbouna, nacido el 12 de febrero de 1982, casado y padre de tres hijos, es ingeniero de telecomunicaciones, trabajando en el operador argelino MOBILIS, y militante activo de derechos humanos. Los dos habían huido la represión entrando en Marruecos en noviembre de 2015, donde solicitaron asilo político a ACNUR en Rabat, antes de pasarse a Melilla, haciendo lo mismo con ACNUR y CEAR.

La acusación de “terrorismo” utilizada por las autoridades argelinas en su orden de arresto es mentirosa. Ni siquiera se ha presentado tal acusación en el juicio hecho en mayo 2017 ante el tribunal de Medea a sus compañeros perseguidos por los mismos compromisos militantes. Los compañeros de Sekkouti y Abbouna, como el Dr. Kameleddine Fekhar, arrestados el 9 de julio de 2015, han sido imputados en este juicio de Medea caracterizado por enormes irregularidades, pero en el fallo de ese juicio del 24 de mayo de 2017 no aparece la acusación de terrorismo, esa misma que el poder de Argel pretende utilizar en contra de Abbouna y Sekkouti.

El contenido de la solicitud de extradición es un puro montaje, decidido por un gobierno que carece totalmente hoy de respeto a las leyes y que no duda en ejercer un chantaje a la cooperación policial para obtener que los países de derecho desprotegen a los que luchan por la democracia y los derechos humanos en Argelia.

Creemos sinceramente que el gobierno de España no debe ceder a tal chantaje. Ante la gravísima amenaza terrorista que sufren España y Europa, se debe exigir al gobierno argelino que no use la calificación de terroristas para militantes de DD.HH., y que no proteja a islamistas radicales directamente ligados a la violencia como Madani Mezrag y Hassan Hattab.

Excelencia,

El Estado argelino sigue, por desgracia, llevando una política de violencia de cara a la comunidad mozabita. Esta última ha sido víctima de graves agresiones cometidas por las milicias sunitas “shaamba », que empezaron a incendiar sus comercios y sus hogares, y las autoridades argelinas, en vez de proteger a las personas y sus bienes y traducir ante la justicia a todos los verdaderos responsables, con sus agentes (policías, gendarmes y agentes de inteligencia) se puso del lado de los agresores, violando impunemente todas las leyes nacionales, las convenciones internacionales y los instrumentos internacionales de derechos humanos. En el fondo, esto tiene como finalidad limpiar étnicamente de la región desértica del M’Zab de los Amazighs que abrazan el “ibadismo”. El ibadismo es una rama de la religión islámica, que los terroristas yihadistas combaten radicalmente como han empezado a hacerlo en Libia, pero que es conocida por ser de las más democráticas – la comunidad elige a su imam – y por ser la más respetuosa de otras creencias religiosas. En M’Zab, los amazighs mozabitas siempre han respetado monumentos religiosos de todas confesiones hasta que las milicias “shaamba” incendiaran y destruyeran algunos mausoleos, incluso la sinagoga, ante la mirada pasiva y de hecho aprobadora de las autoridades.

Debe usted leer las declaraciones de Ammar Saadani, ex secretario general del partido político en el poder, el Frente de Liberación Nacional (FLN), denunciando directamente la participación del ex jefe de la inteligencia militar de DRS, el general Mohamed Mediene apodado « Taoufik », en los trágicos sucesos de Gardaya de 2013-2015, que costaron la vida a más de treinta de personas e hirieron a centenas. Desgraciadamente, la justicia argelina se quedó muda ante tal injusticia, pero sí se movió en contra de los militantes de derechos humanos, con juicios caracterizados por enormes irregularidades, como denunciaron todo un grupo de abogados.

El régimen de Argelia tiene una larga e interminable historia negra en materia de derechos humanos y de asesinatos políticos. Por eso no podemos permitir que los activistas pacifistas y de derechos humanos Sekkouti y Abbouna sean devueltos a dicho régimen.

Excelencia,

Le rogamos anule la decisión de su gobierno de autorizar la extradición de Khodir Sekkouti y Salah Abbouna, y les ponga en libertad, protegiéndoles de las acciones de las autoridades argelinas, y ayudándoles en su concesión del estatus de refugiados políticos, en virtud de la Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951.

A la espera de obtener una respuesta favorable de su parte, reciba la expresión de nuestra alta consideración.

Firmado: Rachid RAHA MIMOUN,
Presidente de la Asamblea Mundial Amazighe (AMA)

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